Cierto día, los futbolistas del Coruña alumnos de la Sala discutieron con los atletas sobre las excelencias de sus respectivos deportes. La discusión subió de tono y se acordó trasladarla al «campo de honor»: los atletas y los futbolistas se enfrentarían en dos partidos de «football» en la Plaza de Toros. El resultado, sorprendente: los atletas ganaron el primer encuentro, empataron el segundo, y el entusiasmo fue tal que en 1906 se fundó el Club Deportivo de la Sala Calvet.